Literatura,Escritura(mis escritos tambien), Relatos misteriosos con toque parapsicologico y un staccato de música .📖🖋🪦🎼🎻
viernes, 14 de febrero de 2020
AMANS-AMANTIS
El amante , amando, el que ama ese verbo que como pudo explicar perfectamente"El Principito"querer es necesitar ,amar es dar, y el amor es eso dar sin recibir a cambio,pensar que solo recibes si ese amor es recíproco, según el pensamiento Tantrico enamorarse es facil,amar es difícil y amar conscientemente como se hace en el Tantra lo es más aún porque nuestra mente se dispersa no se centra,porque el amor esta en el alma no en la mente, amar de verdad a otra persona es dificultoso cuando no se ve más allá de la materia,pero nosotros nos expresamos a través de nuestros sentidos,no los crítico,es nuestra forma de hacerlo,aunque deberíamos sobrepasar los límites.
El amor Tantrico del cual hoy quiero compartir su esencia, es un amor de no apego,de deshacerse de nuestro ego,pensar en el amado, el amante en toda su plenitud,con él para compartir sus alegrías, aliviar sus dolores y penas ,darle placer en todos los sentidos, y en ese placer intensificarlo al máximo,pues el Tantra es su objetivo el placer del cuerpo el cual es la evolución del alma,un desarrollo personal,pues en el Tantra no hay división de alma y cuerpo,son uno,es holistico,no es la idea de centrarnos en el sexo,pues el Tantra como guía es budista y puede no haber sexo para evolucionar espiritualmente, pero yo hablo desde la otra línea porque tal vez puede la gente desarrollarlo más facilmente,es una filosofia ,una especie de ideario budista,un camino que se sube escalón a escalón.
Hoy quiero compartir esta entrada por ser el día de los enamorados,no es comprar,es recordar lo he es amar verdaderamente,el amor verdadero en mayúsculas,podéis seguir siendo egoístas o amar sin apego,ni ego,deberíamos llegar al summum del amor,ponérnoslo como meta,hoy os dejo esta sugerencia y pensamiento para todos/as vosotros y vosotras mis queridos congéneres y seres humanos.
jueves, 6 de febrero de 2020
VIVALDI
Tengo que contar esta historia,no debe quedar su nombre en el olvido,yo Antonio Vivaldi,conocido como el padre rojo"Il prete rosso",os narrare este suceso que como tantos otros han acaecido entre los muros del Ospedali della Pietà yo llegué a este lugar en 1703 para ser maestro de violin para aquellas muchachas que tenían una educacion musical exquisita. Todas ellas tenían mucho talento, pero al cabo de los años apareció un ángel portentoso, su nombre era Euridice, era hermosa,su cabello rubio y rizado, sus ojos de un gris azulado,casi traducido,las aguas de nuestra amada República eran turbias, muy turbias al lado de lo transparente de su mirada,también tenía un cuerpo esbelto,era indomita,pero ante mis órdenes era muy obediente sabia que yo era un gran maestro del Violín y ella,sus trinos,sus notas al pisar las cuerdas como sonaban,no necesitaba a nadie alrededor ella sola con su violín podía conformar todo el grupo,un día la descubrí algo,una composición, muy sorprendido vi que era nuevo,arrollador casi una tormenta y un éxtasis para el alma.
- Maestro,perdone por mi falta- dijo muy nuevamente.
- No,Euridice,¿Queréis componer?
- Maestro,es una prueba,oigo música y la tengo que escribir,sino sigue y sigue,y me duele no poder tocarla.
- Muy bien,seguid con vuestro trabajo no diré nada a las monjas,pero con la condición de que me la enseñeis-dije guiñandole un ojo.
Sentía aprecio por esa muchacha,era tímida y algunas de las jóvenes decían que estaba enamorada,otras más maliciosas que tenía un amante,muchas veces las reñida cuando se alborotaban.
Una tarde hable con Euridice diciendo que aquel adagio que compuso lo tocaría en un solo,no sé si le gustaría a su Ilustrisima,pero quería probar,era una música tan diferente ,casi renovadora.
A los dos nos gustaba las nuevas ideas y dejabamos que volarán por los pentagramas.
- No habéis pensado escribirlo en Re menor le daría más seriedad.
- Maestro, necesita de fuerza y luz.
Yo la sonreí,tenía tanta energía en su alma,había veces que la observaba detenidamente distraída o miraba a un punto fijo.
Era el día del estreno de su adagio y Euridice estaba muy tranquila,me dijo antes de que empezáramos.
- Sé cómo tengo que hacerlo,él me lo dice.
Creí que hablaba del violín y me parecía tierno.
Atacó con energía,y aún siendo un adagio,su forma de transformarlo fue exquisito ,la lentitud propia de este,le daba una fuerza inusitada.
Gracias a Dios y al Cielo,a su Ilustrísima le gustó,quedó contento.Quería más y le conté que prepararíamos más composiciones,Euridice estaba enchida de alegría; Si me di cuenta que hizo una reverencia distintiva como si se dirigiera a alguien en especial pensé si sería verdad lo que decían.
Al hablar de ella a su Ilustrísima y con tanto entusiasmo serio me dijo:
- Padre Vivaldi,tened cuidado con tanta exaltación a una sola discípula van a pensar que vuestros sentimientos son de otra índole.
En ese instante me sonroje por tal observación.
- No, Ilustrísima, pero habrá visto como toca Euridice.
- Si,Si,ya sabéis, quiero para dentro de un mes otra composición como esta.
si- dije mientras hacía una reverencia.
Todos se marcharon ,ya de noche pensé en la observación que aquella tarde me habían hecho y el porque de mi sonrojo,sin darme cuenta,sin percatarme,sigiloso,se presentaba delante de mi,si,estaba enamorado,siempre mis miradas hacía ella,pero debía domar ese sentimiento,no podía albergarlo en mi alma y aún así me importunaba que ella pudiera tener un amante,un amado.
Tenía esa tarde una sorpresa para Euridice, con la excusa de mejorar su trabajo y darle mis sabios consejos de armonía y contrapunto.
- Tengo casi terminado el tercer movimiento.
-Si,pero hay alguien que os dará un consejo muy acertado para vuestro trabajo- dije guiañando un ojo a Euridice y señalando detrás de ella.
Se dio la vuelta y le presente a Giuseppe Tartini, ella había escuchado su última composición " El trino del Diablo "y le admiraba,ella estaba tan entusiasmada que se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla,estuvimos hablando los tres sobre música y Tartini le dio una sugerencia para su tercer movimiento para terminar nos toco " El trino del Diablo "que según contaba él se lo había inspirado el maligno tocándole esta pieza en un sueño que tuvo.
Pasaron los días y trabajamos en aquella composición, una tarde Euridice me confesó lo que me temía.
- No podré estar más con vos,Padre Vivaldi.
- Antonio,por favor,¿ Porque? - pregunte alterado.
- Antonio, me he prometido con el Conde di Manfredi y ¿ Cuánto duraría el que fuese violinista?, no mucho más ,tengo quince años pronto cumplire dieciséis y algunas compañeras serán monjas,otras cantantes y al final otras tantas casadas,las de peor destino terminaran de meretrices en las calles de Venecia y yo temo este ultimo,no tengo tanto talento como decís.
Me levanté de mi asiento enfadado.
-¡Euridice, por Dios!, no te has escuchado como tocas- dije gesticulan do enojado.
- Si, Antonio, pero no llegaré a nada,además ya es tarde estoy prometida al Conde.
En ese instante se echó a llorar.
- Ya se lo he dicho a él, dice que lo entiende y nos encontraremos juntos en otra vida,en la otra vida.
Me acerqué a ella,la abracé y la mire sus ojos llenos de lágrimas,y la bese en los labios,ella sorprendida, se marchó corriendo, asustada.
- ¡ Euridice! - grite- ¿ Qué hecho?- dije para mi mismo.
Euridice falto a los ensayos,había hecho algo imperdonable,y no podía remediarlo.
- Antonia,¿ Euridice, donde se encuentra?
- Padre Vivaldi,¿no sabéis que se va a casar?
- Algo me contó.
- Si, pues esta con las monjas preparando el ajuar y ello significa que ya no ensayara más con nosotras.
- Ya, Antonia,pero la composición que estamos tocando es de ella.
- Pues no debe de importarle mucho a Euridice- exclamó Bianca.
Pasaron los meses y ya se había tocado su pieza,yo la ejecute magistral mente,pero no como lo hacía Euridice,el día antes de la boda se presentó a mi para que la confesara por sus pecados.
- Euridice sabéis que yo no hago estas cosas,soy más un maestro de violín que cura- dije sonriendo
- Ya lo sé- dijo cogiéndome las manos
Fui a escucharla en confesión, no tenía mucho que contarme, era un alma pura,no me habló del otro muchacho,pensé tal vez se había curado el corazón, había olvidado su nombre.
Aquella mañana esperé a que sonarán las campañas a boda,su boda,pero en vez de ello repicaron a muerto.
Me enteré de la noticia,Euridice,si,mi amada Euridice se había arrebatado la vida,según me contaron se ahorcó, ello era un pecado, y sé como terminaría su cuerpo, no la enterrarian en sagrado y no podía hacer nada por ella.
Una tarde apareció una de las criadas que encontró su cuerpo,tenía en su poder una carta que estaba a mi nombre"Antonio Vivaldi,Maestro de violin del Ospedalli della Pietà"
La gente me conocía, tal vez no habría necesitado tanta explicación, pero ella quiso a última hora darme mi lugar,mi verdadero lugar.
Leí la carta detenidamente, su explicación fue sorprendente.
" Querido Antonio:
Quiero contarle lo que no supe hacer en el confesionario esta tarde ,te hable de alguien en su momento,mi amado,mi amado es moreno de pelo rizado,sus bucles caen sobre sus hombros,delgado,de tez blanca,muy pálida, toca el violín como vos,y es portentoso con il suo violino, él no es de carne ,es intangible a los ojos de los demás, y quiero reunirme con él, su nombre es Niccolò, me susurra, me dice que nos encontraremos en otra vida,que sere su esposa,deseo irme con él, con il mio Niccolò.
Muchas Gracias por todas vuestras lecciones,Antonio,Padre Vivaldi,ahora sé que estaré con él.
Adiós Euridice
Supe que había enloquecido o tal vez no había aceptado de manera real su matrimonio,era única y sé sentía insignificante,mi amada Euridice,mi violinista, nunca olvidaré tu manera de tocar,mientras miraba su partitura veía de fondo entre la notas,entre los pentagramas la imagen de ella tocando el violín con el inmenso virtuosismo que solo ella sabia imponer, se borró su imagen en un mar de lágrimas y sé que se fue con él.
En Génova,1782,nació Niccolò Paganini y fue el mejor violinista de todos los tiempos ,todo un ejemplo de virtuosismo violinistico,en 1824 se casó con Antonia Bianchi,cien años después Euridice pudo casarse por fin con su Niccolò.
Todas las fotos son el Ospedali della Pietà
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